
He notado que aún a aquellas que más amamos, es posible que las juzguemos, ¡y critiquemos!
¿Cómo es esto posible?... la crítica es una actitud tan seductora como el chocolate, es muy difícil no caer en ella.
Sentimos bronca, y de pronto nuestra lengua se vuelve hábil, rápida, demoledora, censuramos a los demás con una capacidad nunca antes conocida.
No sé donde lo escuché, pero lo escuché y creo que es algo tan cierto: Nunca critiques a alguien si no lo amas.
Si amas a esa persona, criticala, pero si no la amás... nada te dá derecho a hacerlo.
La palabra de Dios dice que para sacar una paja del ojo ajeno, primero hay que sacar la viga del propio... antes de criticar, primero hay que mirar adentro de uno mismo: ¡lo dice Jesús!
Realmente, ¿me importa lo que hace la persona... o me importa la persona que lo hace?, ¿qué es lo que estoy juzgando?, ¿Por qué lo estoy haciendo?... si la quisiera ayudar encontraría otros modos, no darme placer bajándole caña (como decimos en Argentina).
Algo más que me vino a la mente mientras oraba hoy es que el motivo por el que criticamos a las personas es porque, muy generalmente (¡pero muy!) es que no las conocemos.

Ahora, esto no es aplicable a la crítica de familiares... ¿o sí?,en realidad, ¡muy en especial a la critica de familiares!.
Hay que sincerarse y reconocer que el hecho de compartir unos cromosomas o genes con algunas personas no hace que mágicamente los entendamos o los conozcamos.
Conocer a alguien, saber realmente lo que esa persona siente y piensa, es más que compartir momentos. Quizá de esa persona solo conocemos la cáscara.
A propósito, ¿Qué significa cáscara?, de hecho, es muy interesante.
"Cáscara" viene del verbo quassare en latín, que quiere decir dar golpes, o agitar. La idea que conlleva implícitamente es darle golpes a algo, para sacarle lo de adentro. Pensemos en un huevo, o incluso una naranja.
Cuando lo que nos importa es lo de adentro, queremos romper la cáscara, ¿verdad? Cuando criticamos... quizá interiormente es la manera de sacudir al otro para que nos muestre realmente como es, para conocerlo, porque realmente, lo que nos une es una relación superficial.
Dicho en silogismos sería:
Para criticar hay que amar
Para amar hay que entender___________________________Para criticar hay que entender¡Ah!, antes de cerrar esta reflexión, una perlita: ¿A que no sabés que palabra también se emparenta con cascar al otro?... ¿no te imaginás? la palabrita discutir.Escrito por Celeste (fecha original el 11-11-2008)
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