Traductor

sábado, 9 de abril de 2011

Sacrificios y bendiciones

Ilustración: Laurent de La Hyre: Sacrificio de Isaac,
1650, Museo de Bellas Artes de Nueva Orleans
.
Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo:
— ¡Abraham!
—Aquí estoy —respondió.

Y Dios le ordenó:
—Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré.


Génesis 22:1-2 NVI



La biblia nos cuenta la historia de Abraham que, siendo muy anciano, es sorprendido por un pedido de Dios. Dios le prometió un hijo, una gran nación que descendería de él ¡Y todo se estaba cumpliendo! Pero de repente, Dios le pide algo que parece no tener sentido: matar a Isaac.

¿Acaso no iba a salir de Isaac la gran nación que le prometió Dios como descendencia? Es que parecía absurda dicha petición. Pero era Dios quien se lo pedía. Y fue una petición exacta: ofréceme a tu único hijo.

Abraham había hablado con Dios varias veces. De hecho, eran amigos (Santiago 2:23). Pero aun así cuesta pensar que Abraham no se haya dolido en su corazón. Había esperado mucho tiempo por ese hijo. Y ahora tenía que sacrificarlo. Si...sacrificar al niño de su vejez, al que Dios le prometió.

Pero... ¿nunca te preguntaste si tiene algo que ver contigo esta historia? Hoy en día muchos hemos pasado y vamos a seguir pasando por momentos como los de Abraham. En muchos momentos Dios te va a bendecir enormemente. Te va a dar bendiciones, de hecho Dios te bendice! El aire que respiras, la posibilidad de tener alimentos, un hogar, son todas bendiciones. Dios está muy deseoso de bendecirnos. ¿Algún ejemplo bíblico? 1 Pedro 3:9 dice: No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. ¿Otro ejemplo? Romanos 8:28 menciona: Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Las bendiciones de Dios, están dispuestas para sus hijos. Pero Dios te sorprenderá con ese pedido...que sacrifiques lo que él te dio. Conozco algunas historias de gente que recibió una bendición de parte de Dios, pero luego lo volvió a ofrecer nuevamente a Dios. Abraham es una de ellas. Pero no es el único...

Veamos la historia de Ana. Ana, una mujer estéril pidió a Dios un hijo. Pero ella volvió a “ofrecer” a Dios a su hijo, siendo un niñito. Aunque esta vez no se trata de un sacrificio como el de Abraham, ella entregó ese niño en mano del sacerdote Elí para que éste lo tome y lo tenga al servicio de templo de Jehová. Hasta aquí esta historia parece como si Dios siempre que da bendición y luego la quita... Sin embargo, Dios no se olvido de esa mujer y su ofrenda. 


Seguramente esta historia te debe sonar bastante conocida si has leido el antiguo testamento. Ana es la madre de... ¡Samuel! No solo bendijo Dios a Ana dando cinco hijos más, sinó que ese niño cuando creció se convirtió en uno de los jueces más grandes de la historia de Israel y ungió dos reyes.

La biblia nos cuenta en 1 Samuel 2.19-21 NVI que Cada año su madre [Ana] le hacía una pequeña túnica [a Samuel], y se la llevaba cuando iba con su esposo para ofrecer su sacrificio anual. 
Elí entonces bendecía a Elcaná y a su esposa, diciendo: «Que el Señor te conceda hijos de esta mujer, a cambio del niño que ella pidió para dedicárselo al Señor.» Luego regresaban a su casa.
El Señor bendijo a Ana, de manera que ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Durante ese tiempo, Samuel crecía en la presencia del Señor.


Todos debemos conocer el final de la historia del sacrificio de Abraham. Dios envió a su ángel para decirle a su siervo y amigo, Abraham, que no era necesario el sacrificio. No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo Genesis 22:12 NVI.

¿Ves? Lo mismo sucedió con Abraham. Recibió su bendición, su hijo amado. Al fin de cuentas, lo tenía nuevamente consigo! Pero tuvo que ofrecerlo en sacrificio. Por supuesto que Dios no permitió que lo sacrificara. Dios lo que probaba era la fe de Abraham.

Dios te va a bendecir y también te va pedir que ofrendes esa bendición. Que des todo o una parte de tu bendición en ofrenda. Pero no desesperes. Dios no te deja nunca con las manos vacías. Abraham recibió su hijo nuevamente y tuvo su gran descendencia, incluso, es llamado el Padre de la Fe, porque confió en Dios. Ana ofreció su único hijo y recibió cinco más.

Así que cuando Dios te pida que ofrendes algo importante para tí… piensa en estas dos historias. Dios te va a probar antes de darte más bendiciones. Va a probar tu fe en él. 

Y cuando creas que Dios no te entiende, cuando debas ofrendar algo importante para tí piensa esto: Dios te amo tanto que entregó a su único hijo, para que todo aquel que crea en él, no se pierda, más tengo vida eterna (Juan 3:16). Dios sabe lo que pide, él lo vivió.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...